martes, noviembre 08, 2011

DÍA DEL TRABAJADOR MUNICIPAL

"ES HORA DE DIGNIFICAR AL TRABAJADOR MUNICIPAL"














NOTA: ESTE ARTICULO FUE PUBLICADO EN EL 2008, Y DESEAMOS VOLVER A COMPARTIRLO PORQUE EN GENERAL -Y LAMENTABLEMENTE- MANTIENE SU ACTUALIDAD. 
Desde el rechazo en la Cámara de Senadores de la Nación de la resolución 125, en la política argentina parece que hay un antes y un después. Es como que la sociedad, sin distinción social u económica, ha comenzado a discutir sobre los temas que hacen al conjunto. Llámese campo, Aerolíneas Argentinas, movilidad previsional, inseguridad; también debe ser el momento de discutir la situación de la gran masa de asalariados y sus ingresos (redistribución de la riqueza).

Particularmente la situación de los empleados municipales debe ser atendida urgentemente, como muchos saben la ley 11757 (cuya normativa regula la actividad) hace agua por todos lados, y deja a los trabajadores de este régimen en una indefensión absoluta. Por cuanto esta ley debe ser revisada en su totalidad.

Pero puntualmente en el tema salarial, que es el que más nos urge (siempre y cuando no entendamos los índices del INDEC como validos), observamos como las familias de los trabajadores deben hacer milagros para poder llegar a fin de mes. No hay excusa para evitar una verdadera recomposición de los básicos salariales. Miles de trabajadores municipales y sus familias, en toda la provincia, están bajo la línea de indigencia, esto es que claramente no llegar a satisfacer las necesidades básicas y elementales de su grupo familiar. En La Costa el salario básico -que cobran la mayoría de los empleados- no llega a 600 pesos, es decir, un trabajador deja en la mesa de su casa casi 20 pesos por día, y con ese monto debe hacer frente a todas las necesidades del grupo familiar.

El único camino viable para esta conquista es la lucha política gremial. La organización de los trabajadores, en sindicatos, con sus centrales, es el recorrido más firme para este logro. Que puede ir articulada con sectores políticos con poder real y capacidad de definir estrategias comunes. Además hay que agotar el ingenio para que, como sucedió con los reclamos agropecuarios, la mayoría de la sociedad asuma como propia esta reivindicación y en la medida de lo posible se movilice.

También debe haber en esta lucha seriedad, responsabilidad y fundamentalmente búsqueda de dialogo con las autoridades. Se debe entender también, que en esta república hay un estado nacional que le sobra plata, pero hay provincias y municipios pobres, que con suerte llegaran a fin de año sin graves crisis sociales. Por cuanto la responsabilidad del reclamo, para que se pueda concretar, debe ser aun mayor; y debe ir atada a una estrategia de exigir un sistema de coparticipación federal equitativo.

Nuestro distrito va a recibir en lo que queda de este año, 3.125.128 de pesos, que no estaban previstos, por la suba del impuesto a los ingresos brutos; y $ 7.543.145 aproximadamente durante el año que viene. Este dinero puede servir de base para iniciar una discusión franca sobre disponibilidad de recursos, de cara a una mejora salarial. Hasta ahora los aumentos que nuestros empleados municipales han recibido son una burla a la inteligencia. El único escollo que tienen los municipales de La Costa son sus organizaciones gremiales. Es que, el sindicato más combativo, SOEM, es mucho más que minoritario y su capacidad de negociación es limitada. El STM es conducido por un ortodoxo militante del oficialismo, y no realizara ninguna acción que realmente ponga en aprietos al gobierno. Y por último, ATE esta intervenido desde que, en el afán de sostenerse en su lugar, su ex secretario general realizo fraude en la elección; por cuanto, más allá de algunos estoicos delegados de bases, los afiliados de esta central, a simple vista, no tienen organización en la lucha de sus reivindicaciones.

Igualmente, no se tiren por el precipicio antes de tiempo, la realidad apremiante de la economía de las familias municipales debe obligar a realizar todos los esfuerzos de articulación de las organizaciones gremiales, sabiendo también que tienen un paraguas desde las conducciones provinciales a las que pueden acudir. En este sentido, las centrales provinciales están dando el ejemplo de unidad en la lucha.

En definitiva, visión de la realidad, organización, análisis, responsabilidad, lucha y vocación de dialogo; para que las familias de los trabajadores puedan desarrollarse con igualdad, que es lo que va a permitirles márgenes de libertad e independencia en una sociedad que, aunque estemos conmemorando los 25 años de la recuperación de la Democracia, todavía es altamente injusta y desigual.


Germán Jardón