lunes, junio 28, 2010

VOLVER A ILLÍA


El 7 de Julio de 1963 los argentinos concurrieron a las urnas, dando fin a un proceso de golpes y planteos militares.

Es innegable que en aquella elección el peronismo tuvo trabas y prohibiciones, pero aún así es justo reconocer que del 80% de votos positivos escrutados aquel día, la formula Illía- Perette obtuvo el 56 %: 2.440.536 argentinos se manifestaron a favor de que sea aquel medico radical, cordobés por adopción, quien condujera el país en tan terribles circunstancias… y valla si lo condujo, aun cuando durante su gestión solo utilizó una vez la cadena de radio y televisión (y como producto de una decisión que no controló).

A los notorios avances en materia de crecimiento económico y de justicia distributiva, el afianzamiento del prestigio internacional, a la defensa irrestricta del patrimonio nacional, deben sumársele un respeto a rajatabla de la libertad de prensa y opinión, el fortalecimiento de la educación pública en todos sus niveles, y la vigencia plena de la constitución nacional.

Durante su gobierno no hubo un solo día de estado de sitio, ni desaparecidos ni utilización de apremios ilegales, algo que en la Argentina de aquella época era difícil de lograr. Y entonces, a cinco días de asumido su gobierno, el peronismo pudo realizar en plaza Miserere con libertad absoluta el acto conmemorativo del 17 de octubre, dejando atrás una nefasta resolución de la denominada “Revolución Libertadora” que prohibía las manifestaciones de ese partido.
Igualdad, Libertad, Tolerancia, Debate, Defensa del Petróleo, Educación, ley de Medicamentos, Plan Nacional de Desarrollo y completa Austeridad fueron las claves de su gestión.

Pero igual llegó el final. A Onganía, el 28 de junio de 1966, no lo eligieron dos millones y medio de personas sino solo tres comandantes, de los cuales uno por lo menos lo hizo a disgusto.

La Revolución, decía Illía, es la democracia, y debemos seguir haciendo docencia democrática. Para que nadie se confunda, para que no nos confundan quienes no han entendido la razón de ser de la democracia participativa, para lograr la justicia y la paz entre los argentinos.


Germán L. Jardón
Vicepresidente UCR La Costa

28 de Junio de 2010.